El mensaje de Benedicto XVI tiene como objetivo abrir una nueva reflexión sobre los valores del deporte, en particular ante la difusión del dopaje entre jóvenes, considera Costantini, presidente de la Fundación Juan Pablo II para el Deporte.
«Las palabras del pontífice a los ciclistas del Tour de Francia alientan a buscar un nuevo humanismo deportivo», «Deberían llevar a todo el mundo del deporte a reflexionar y replantear hoy, no mañana, la manera en que se puede promover una práctica deportiva que no sea efímera, o fin en sí misma», añade el presidente de la fundación, que colaborará con la «Sección Iglesia y Deporte» del Consejo Pontificio para los Laicos.
El obispo de Roma saludó este martes el paso del Tour de Francia por el Valle de Aosta, donde se encuentra de vacaciones, con un mensaje en el que pide que «el empeño en el deporte contribuya al crecimiento íntegro de la persona y no se desvincule del respeto de los valores morales y educativos».
«Ahora la crisis ética y moral de buena parte del deporte profesional corre el riesgo de condicionar a todo el movimiento deportivo, sobre todo los comportamientos de las nuevas generaciones».
El presidente de la Fundación cita, como ejemplo, el caso que se ha verificado en Italia esta semana de una joven deportista, de 16 años, quien ha sido denunciada después de que su padre la acompañara al médico para que la sometiera a sustancias dopantes prohibidas.
Por este motivo, Costatini desea que la admonición de Papa no sirva sólo de estímulo para los deportistas creyentes, sino que sea acogida por toda la sociedad civil para poner las bases del deporte del futuro.