Desde el pasado lunes y hasta el 9 de septiembre próximo, los obispos de México se encuentran en la atribulada ciudad de Monterrey, Nuevo León, segunda en importancia en el país, para participar del encuentro anual de formación permanente y para llevar esperanza y solidaridad a la iglesia y fieles regiomontanos tras la tragedia acontecida hace un semanas en el Casino Royale, donde perdieron la vida 53 personas.
El arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera,, comentó en rueda de prensa que los obispos no quisieron suspender o posponer este encuentro en la ciudad capital neoleonesa.
El cardenal dijo:
Los obispos tenemos programada esta semana de estudios como todos los años y no la hemos querido expresamente suspender o posponer como una señal de apoyo a la ciudad de Monterrey, al Estado de Nuevo León y en especial al señor cardenal Francisco Robles, en estos momentos en que han sufrido la violencia.
El prelado mexicano admitió que los obispos mantienen la esperanza de que los niveles de violencia desciendan y no afecten tanto la vida cotidiana de los ciudadanos: «todos los obispos tenemos la esperanza que esto termine, de que la violencia vaya bajando hasta niveles humanamente aceptables y queremos llenar de esperanza a la gente de Monterrey, decirles que toda dificultad se puede vencer.»