Miércoles 27 febrero 2019
Miércoles de la séptima semana del Tiempo Ordinario
Libro de Eclesiástico 4,12-22.
El que la ama, ama la vida, y los que la buscan ardientemente serán colmados de gozo.
El que la posee heredará la gloria, y dondequiera que vaya, el Señor lo bendecirá.
Los que la sirven rinden culto al Santo y los que la aman son amados por el Señor.
El que la escucha juzgará a las naciones y el que le presta atención habitará seguro.
El que confía en ella la recibirá en herencia y sus descendientes también la poseerán.
Al comienzo, ella lo conducirá por un camino sinuoso, le infundirá temor y estremecimiento y lo hará sufrir con su disciplina, hasta que tenga confianza en él y lo haya probado con sus exigencias.
Después, volverá a él por el camino recto, lo alegrará y le revelará sus secretos.
Si él se desvía, ella lo abandonará y lo dejará librado a su propia caída.
Ten en cuenta el momento y cuídate del mal, y no te avergüences de ti mismo.
Porque hay una vergüenza que lleva al pecado, y hay otra vergüenza que es gloria y gracia.
No te perjudiques por tener en cuenta a los demás, y que la vergüenza no provoque tu caída.
Salmo 119(118),165.168.171.172.174.175.
Los que aman tu ley gozan de una gran paz,
nada los hace tropezar.
Yo observo tus mandamientos y tus prescripciones,
porque tú conoces todos mis caminos.
Que mis labios expresen tu alabanza,
porque me has enseñado tus preceptos.
Que mi lengua se haga eco de tu promesa,
porque todos tus mandamientos son justos.
Yo ansío tu salvación, Señor,
y tu ley es toda mi alegría.
Que yo viva y pueda alabarte,
y que tu justicia venga en mi ayuda.
Evangelio según San Marcos 9,38-40.
Juan le dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros».
Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
Y el que no está contra nosotros, está con nosotros.