Lecturas de la Misa de Hoy 25 abril 2013

san marcos

Jueves 25 abril 2013
Fiesta de san Marcos, evangelista

Epístola I de San Pedro 5,5b-14.
También ustedes, los más jóvenes, sean sumisos a la autoridad de los Ancianos. Revístanse de humildad unos para con los otros, porque Dios resiste a los orgullosos, pero da su gracia a los humildes.
Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que, llegado el momento, él los levante.
Depositen en él todas sus preocupaciones, pues él cuida de ustedes.
Sean sobrios y estén vigilantes, porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién devorar.
Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos en este mundo se enfrentan con sufrimientos semejantes.
Dios, de quien procede toda gracia, los ha llamado en Cristo para que compartan su gloria eterna, y ahora deja que sufran por un tiempo con el fin de amoldarlos, afirmarlos, hacerlos fuertes e inconmovibles.
Gloria a él por los siglos de los siglos. Amén.
He recurrido a Silvano, nuestro hermano, para escribirles estas breves líneas, pues lo considero digno de toda confianza. Quise animarlos y recalcar que esto es gracia de Dios: estén firmes.
Los saluda la comunidad que Dios ha congregado en Babilonia, también los saluda mi hijo Marcos.
Salúdense unos a otros con el beso fraterno. Paz a todos ustedes, que están en Cristo.

Salmo 89(88),2-3.6-7.16-17.
El amor del Señor por siempre cantaré, tu fidelidad proclamaré de siglo en siglo;
yo digo: tu favor es eterno, al hacer el cielo, pusiste en él tu fidelidad.
Señor, los cielos celebran tus maravillas, y tu fidelidad, la asamblea de los santos.
Pues, en las nubes, ¿quién es igual al Señor? ¿Quién se le parece entre los hijos de los dioses?
Dichoso el pueblo que sabe aclamarte, y que avanza a la luz de tu faz, Señor;
tu Nombre es su alegría todo el día y lo ensalza tu justicia.

Evangelio según San Marcos 16,15-20.
Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y anuncien la Buena Nueva a toda la creación.
El que crea y se bautice, se salvará; el que se niegue a creer será condenado.
Estas señales acompañarán a los que crean: en mi Nombre echarán demonios y hablarán nuevas lenguas;
tomarán con sus manos serpientes y, si beben algún veneno, no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán sanos.»
Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos, por su parte, salieron a predicar en todos los lugares. El Señor actuaba con ellos y confirmaba el mensaje con los milagros que los acompañaban.

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