Lecturas de la Misa 19 junio 2013

san mateo

Misa 19 junio 2013
Miércoles de la undécima semana del tiempo ordinario

Carta II de San Pablo a los Corintios 9,6-11.
Miren: el que siembra con mezquindad, con mezquindad cosechará, y el que siembra sin calcular, cosechará también fuera de todo cálculo.
Cada uno dé según lo que decidió personalmente, y no de mala gana o a la fuerza, pues Dios ama al que da con corazón alegre.
Y poderoso es Dios para bendecirles de mil maneras, de modo que nunca les falte nada y puedan al mismo tiempo cooperar en toda obra buena.
La Escritura dice: Repartió, dio a los que tenían hambre; sus obras buenas permanecen para siempre.
Si Dios proporciona la semilla al que siembra y el pan que va a comer, les dará también a ustedes la semilla y la multiplicará, y hará crecer los brotes de sus virtudes.
Sean ricos en todo, den con generosidad, y nosotros lo transformaremos en acciones de gracias a Dios.

Salmo 112(111),1-2.3-4.9.
¡Aleluya!
¡Feliz el hombre que teme al Señor
y valora mucho sus mandamientos!
Su semilla será pujante en el país,
los retoños del hombre bueno serán benditos.

Habrá en su casa bienes y riquezas,
y su honradez, que durará para siempre.
Brilla como luz en las tinieblas
para los de recto corazón;
él comprende, es clemente y justo.

Es generoso en dar a los pobres,
su honradez permanece para siempre,
su cuerno aumenta en gloria.

Evangelio según San Mateo 6,1-6.16-18.
Guárdense de las buenas acciones hechas a la vista de todos, a fin de que todos las aprecien. Pues en ese caso, no les quedaría premio alguno que esperar de su Padre que está en el cielo.
Cuando ayudes a un necesitado, no lo publiques al son de trompetas; no imites a los que dan espectáculo en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los alaben. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.
Tú, cuando ayudes a un necesitado, ni siquiera tu mano izquierda debe saber lo que hace la derecha: tu limosna quedará en secreto. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.
Cuando ustedes recen, no imiten a los que dan espectáculo; les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que la gente los vea. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.
Pero tú, cuando reces, entra en tu pieza, cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo. Y tu Padre, que ve en lo secreto, te premiará.
Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como los que dan espectáculo y aparentan palidez, para que todos noten sus ayunos. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio.
Cuando tú hagas ayuno, lávate la cara y perfúmate el cabello.
No son los hombres los que notarán tu ayuno, sino tu Padre que ve las cosas secretas, y tu Padre que ve en lo secreto, te premiará.

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