La Jornada Mundial del Enfermo fue establecida por el Papa Juan Pablo II en 1992, a partir de ese año el Papa ofrece un mensaje a los enfermos y a las instituciones e investigadores de la salud.
El día de hoy 11 de Febrero 2009 la Iglesia Católica celebra la Jornada Mundial del Enfermo, en este año se pide especialmente por los niños enfermos, con distintas misas en las parroquias, así como la unción de los enfermos en Catedral.
El objetivo de esta jornada celebrada anualmente es sensibilizar al Pueblo de Dios y a las diferentes instituciones sanitarias católicas y civiles ante la necesidad de asegurar la mejor asistencia posible a los enfermos, manifestó el vocero de la Diócesis de Nuevo Casas Grandes, el Padre Martín Salgado Servín.
Lo que en este día se pide es ayudar al enfermo a valorar el sufrimiento en el plano humano y espiritual, comprometer a las parroquias en la pastoral sanitaria, favorecer el compromiso del voluntariado, recordar la importancia de la formación espiritual y moral de los representantes de la salud, así como hacer que los sacerdotes y los que convivan con los enfermos para que comprendan la importancia de asistirlos religiosamente, indicó.
El mensaje del Papa Benedicto XVI fue dirigido este año especialmente a los niños enfermos y sus familias, por ser éstos los seres más débiles e indefensos.
Entre los niños por quienes elevó sus plegarias se cuentan los que sufren enfermedades invalidantes o incurables a la fecha, también pidió por los heridos en su cuerpo y alma por las guerras, y por quienes son víctimas del odio de los adultos.
Los niños de la calle también fueron incluidos en su mensaje, así como los que han sido víctima de violaciones, los que mueren por sed, hambre o falta de asistencia sanitaria y los pequeños exiliados de su tierra que salieron junto a sus padres buscando mejores condiciones de vida.
Sobresale el tema de la caridad y la colaboración entre los profesionales de la salud y las comunidad eclesiásticas más cercanas.
También hizo hincapié en las familias con hijos enfermos, a quien se debe apoyar en la aceptación y el compartir del sufrimiento creándole un clima de serenidad y esperanza.
Manifiesta que es necesario afirmar “la absoluta y suprema dignidad de toda vida humana”, aún cuando es débil y está envuelta en el sufrimiento.
El vocero manifestó también que es esencial comprometer la fuerza evangelizadora que le dé sentido y solución al dolor, sufrimiento y a la enfermedad en el contexto de la salvación integral.
La fecha de esta jornada, explicó el Padre, se determinó porque en 1917 la Virgen María se le apareció a una niña campesina llamada Bernarda en Lourdes Francia, a ella le encargó pedir por los enfermos, asimismo la misma niña sufrió mucho en su vida por enfermedad, hasta su muerte, concluyó.