El acuerdo al que llegaron las Instituciones Católicas que participaron en la Conferencia Mundial del Sida, celebrada en México del 3 al 8 de agosto, es en la necesidad de crear una red mundial católica contra el sida, los obispos de México publicaron una declaración para manifestar su solidaridad a las víctimas del virus VIH y del sida, comprometiendose a continuar con la lucha para acabar con la discriminación que sufren.
Una nota emitida por Cáritas Internacional cita: «Esta red mejoraría el perfil de la Iglesia católica en su respuesta a la pandemia del virus VIH, dando a conocer al público el trabajo realizado por la Iglesia a nivel local, nacional, regional y mundial». «Intensificaría al mismo tiempo el contacto y el intercambio de información entre las organizaciones católicas que trabajan en este campo y ofrecería la oportunidad de profundizar en la reflexión teológica y pastoral sobre el sida», añade el organismo de ayuda católico.
Como consejero especial para el Sida de Cáritas Internacional nos apoya el Monseñor Robert Vitillo, quien en dicho encuentro opinó que es importante descubrir cómo podemos ayudar mejor a responder a la ésta enfermedad epidémica que se extiende a muchos países, teniendo en cuenta el sufrimiento que sienten los más pobres y marginados de nuestras comunidades locales. Podemos reconocer que la Iglesia católica atiende a uno de cada cuatro de enfermos de sida en el mundo, un buen ejemplo sería Africa, en donde viene siendo la institución privada más activa en el campo de la prevención y de los tratamientos.
La secretaria general de Young Women’s Christian Association (YWCA), Nyaradzai Gumbonzvanda, declaró que durante su infancia en Zimbabue, cuando su familia sufría de sida, sólo la Iglesia estaba presente y comprometida en la asistencia a los enfermos.
En la conferencia también estuvo presente Sally Smith, representante de ONUSIDA, el organismo de las Naciones Unidas dedicado al trabajo en el tema del VIH SIDA, quien dió las gracias a la Iglesia por su compromiso a favor de los que están afectados por el virus VIH y por los enfermos de sida.