Este viernes el papa Benedicto XVI inicia una gira de una semana por el Oriente Medio en una «peregrinación de paz» buscando mejorar las relaciones con musulmanes y judíos y manifestar apoyo a su acosada grey cristiana en la región.
Dicho viaje pretende seguir los lineamientos de la histórica peregrinación que su antecesor Juan Pablo II hizo en el 2000 a Jordania, Israel y los territorios palestinos, incluyendo escalas vinculadas con acontecimientos bíblicos y la vida de Cristo, con la diferencia de que el pontífice alemán no hará la visita al Muro de los Lamentos que Juan Pablo II hacía por haber nacido en Polonia y crecido bajo la sombra ominosa de Auschwitz.
El vocero vaticano Federico Lombardi dijo que el hecho de que el viaje tenga lugar es en sí «un indicio de paz» de que el Papa puede contribuir a la reconciliación en el Oriente Medio. «Había quienes después del conflicto de Gaza se preguntaban si el viaje tendría lugar», dijo el portavoz a la prensa esta semana.
La escala jordana será la primera visita de Benedicto XVI como Papa a un país árabe, aunque hace tres años visitó Turquía, nación de mayoría islámica.