29/09/2010 – Miércoles de la 26ª semana de Tiempo Ordinario. Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
29 de Septiembre de 2010
PRIMERA LECTURA
Miles y miles le servían
Lectura de la profecía de Daniel 7, 9-10. 13-14
Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima ; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros.
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él.
Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Palabra de Dios
Sal 137, 1-2a. 2b-3. 4-5. 7c-8
R. Delante de los ángeles tañeré para ti, Señor
Te doy gracias, Señor, de todo corazón;
delante de los ángeles tañeré para ti,
me postraré hacia tu santuario. R.
Daré gracias a tu nombre:
por tu misericordia y tu lealtad,
porque tu promesa supera a tu fama;
cuando te invoqué, me escuchaste,
acreciste el valor en mi alma. R.
Que te den gracias, Señor, los reyes de la tierra,
al escuchar el oráculo de tu boca;
canten los caminos del Señor,
porque la gloria del Señor es grande. R.
EVANGELIO
Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 47-51
En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
-«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. »
Natanael le contesta:
-«¿De qué me conoces?»
Jesús le responde:
-«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»
Natanael respondió:
-«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»
Jesús le contestó:
-«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.»
Y le añadió:
-«Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»
Palabra del Señor