Una pastoral decidida de las vocaciones, una sólida formación religiosa, un acentuado compromiso en la formación de los laicos, pueden ser las respuestas a la disminución de sacerdotes y a las dificultades de la Iglesia en la secularizada sociedad belga. Así lo subrayó el Papa en su discurso a los obispos de Bélgica, recibidos al final de su visita ad limina.