El Evangelio de la resurrección de Lázaro ha guiado el pensamiento de Benedicto XVI en el Ángelus de hoy. No se trata todavía de la novedad absoluta que irrumpirá en la historia del hombre con Jesús, sino de un episodio que nos pone delante a Cristo resurrección y vida y nos invita a interrogarnos sobre la muerte. La muerte representa para nosotros «como un muro que nos impide ver mas allá», dijo el Papa. Y sin embargo nuestro corazón se asoma mas allá de este muro, aunque no podemos conocer aquello que el nos esconde. Y es propiamente esta realidad que va más allá del límite de nuestra razón que también entre los cristianos hace nacer dudas y confusiones.