Benedicto XVI sigue con profunda preocupación las noticias procedentes de la región del Cuerno de África y en particular de Somalia, golpeada por una gravísima sequía y después, en algunas zonas, perjudicada por las fuertes lluvias que están causando una catástrofe humana. «Innumerables son las personas que están huyendo por la tremenda carestía en busca de alimentos y ayuda, dijo el Papa. Espero que crezca la movilización internacional para que se envíe cuanto antes socorro a estos, nuestros hermanos y hermanas tan duramente probados y entre ellos, tantos niños. Que no falte a estas poblaciones sufrientes nuestra solidaridad y la ayuda concreta de todas las personas de buena voluntad».