02/01/2010, Sábado – 2ª semana de Navidad. San Basilio Magno y San Gregorio Nacianceno
PRIMERA LECTURA
Lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan 2,22 28
Queridos hermanos: ¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ése es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien comfiesa al Hijo posee también al Padre. En cuanto a vosotros, lo que habéis oído desde el principio permanezca en vosotros. Si permanece en vosotros lo que habéis oído desde el principio, también vosotros permaneceréis en el Hijo y en el Padre; y ésta es la promesa que él mismo nos hizo: la vida eterna. Os he escrito esto respecto a los que tratan de engañaros. Y en cuanto a vosotros, la unción que de él habéis recibido permanece en vosotros, y no necesitáis que nadie os enseñe. Pero como su unción os enseña acerca de todas las cosas y es verdadera y no rnentirosa según os enseñó, permanecéis en él. Y ahora, hijos, permaneced en él para que, cuando se manifieste, tengamos plena confianza y no quedemos avergonzados lejos de él en su venida.
Palabra de Dios.
Salmo responsorial Sal 97,1 2ab.2cd 3ab.3cd 4
R. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.
Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad. R.
SEGUNDA LECTURA
EVANGELIO
En medio de vosotros hay uno que no conocéis
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 19-28
Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: – «¿Tú quién eres?» Él confesó sin reservas: – «Yo no soy el Mesías.» Le preguntaron: -«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» Él dijo: – «No lo soy.» -«¿Eres tú el Profeta?» Respondió: – «No.» Y le dijeron: -«¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» El contestó: – «Yo soy la voz que grita en el desierto: «Allanad el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías.» Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: – «Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» Juan les respondió: – «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.» Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.
Palabra del Señor.