Esta es la primera vez que un número tan elevado de cardenales analizó junto al Papa los escándalos de clérigos pederastas
Ciento cincuenta cardenales de todo el mundo se encontraron reunidos la semana pasada con el papa Benedicto XVI en el Vaticano para «reflexionar» sobre los casos de sacerdotes pederastas, la situación de la libertad religiosa en el mundo y la apertura de la Iglesia Católica a los anglicanos que quieran volver.
La reunión se celebró a puerta cerrada en el Aula Nueva del Sínodo y se prolongó durante todo el día.
El encuentro comenzó con unas palabras del Papa, según precisaron fuentes vaticanas, y tras su intervención el cardenal Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, hablará de la situación de la libertad religiosa en el mundo y los nuevos desafíos.
Tras la intervención de Cañizares, el Papa almorzará con todos los cardenales y a las cinco de la tarde (16:00 horas Greenwich) se reanudará la reunión, calificada por el Vaticano como «jornada de reflexión y plegarias».
La sesión de la tarde la abrirá el arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, que hablará del documento vaticano «Dominus Iesus» diez años después de su publicación.
La cerró el purpurado William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, quien habló «de la respuesta de la Iglesia a los casos de abusos sexuales» y de la decisión de la Iglesia Católica de abrir sus puertas a los tradicionalistas anglicanos contrarios a las medidas demasiado aperturistas de la Comunión Anglicana, como la ordenación de mujeres y de homosexuales como obispos.
La «jornada de reflexión y plegarias» se celebra aprovechando la presencia en Roma de esos cardenales, venidos para el consistorio que se celebrará este fin de semana, el tercero del Pontificado del Papa Ratzinger, en el que Benedicto XVI creará 24 nuevos purpurados, entre ellos un español, un ecuatoriano y un brasileño.
Se trata del arzobispo emérito de Quito, Raul Eduardo Vela Churiboga, de 76 años; de Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil) , de 73, y del arzobispo emérito castrense español José Manuel Estepa Llaurens, de 84 años.
Esta es la primera vez que un número tan elevado de cardenales analizó junto al Papa los escándalos de clérigos pederastas desde que se conocieran el pasado año los informes «Ryan» y «Murphy» que desvelaron que durante décadas centenares de niños irlandeses sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes en ese país, sobre todo en la archidiócesis de Dublín desde 1975 a 2004.
En los últimos meses se conocieron asimismo otros casos de abusos por parte de clérigos hacia menores en Estados Unidos, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, Reino Unido e Italia.
Benedicto XVI ha pedido perdón en varias ocasiones por estos abusos a las víctimas, se han reunido con algunas de ellas en EEUU, Australia, Malta y Reino Unido, ha dicho que los culpables deberán responder ante Dios y las leyes civiles y ha aprobado nuevas normas para que nunca más vuelvan a producirse.