29/07/2010 – Jueves de la 17ª semana de Tiempo Ordinario
29 de Julio de 2010
PRIMERA LECTURA
Como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano
Lectura del libro de Jeremías 18, 1-6
Palabra del Señor que recibió Jeremías:
-«Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi
palabra.»
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor:
-«¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? -oráculo del Señor-.
Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»
Palabra de Dios.
Sal 145, lb-2. 3-4. 5-6
R. Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob.
Alaba, alma mía, al Señor: alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista. R.
No confiéis en los príncipes, seres de polvo que no pueden salvar; exhalan el espíritu y vuelven al polvo, ese día perecen sus planes. R.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob, el que espera en el Señor, su Dios, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él. R.
EVANGELIO
Creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios
Lectura del santo evangelio según san Juan 11, 19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús:
-«Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.»
Jesús le dijo:
-«Tu hermano resucitará.»
Marta respondió:
-«Sé que resucitará en la resurrección del último día.»
Jesús le dice:
-«Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mi, no morirá para siempre. ¿Crees esto?»
Ella le contestó:
-«Si, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.»
Palabra del Señor.