El papa Benedicto XVI destacó hoy la importancia de la oración y dijo que quien «reza no pierde nunca la esperanza», aún cuando llegase a encontrarse en «situaciones difíciles e incluso humanamente desesperadas».
Benedicto XVI reanudó hoy la tradicional audiencia general que celebra entre semana y la cual había interrumpido desde su viaje a Australia, y lo hizo en su residencia veraniega de Castel Gandolfo, cerca de Roma.
El Sumo Pontífice dijo que son «muchísimas» las personas que le escriben y le piden que rece por ellos, que le manifiestan sus alegrías, preocupaciones, proyectos de vida, problemas familiares y de trabajo, «junto a las angustias relacionadas con las incertidumbres que la humanidad vive en este momento».
«Quien reza no pierde nunca la esperanza, aún cuando llegase a encontrarse en situaciones difíciles e incluso humanamente desesperadas», indicó.
Durante el tradicional saludo en lengua española, el Papa invitó a los peregrinos a «contemplar con fervor el testimonio de san Maximiliano María Kolbe» y, «al seguir sus huellas», les pidió que reciban «con humildad la palabra de Jesucristo», que la mediten cada día y la lleven a la práctica «con valentía y constancia».