En este domingo que la Iglesia recuerda el Bautismo de Jesús en el río Jordán, el Santo Padre ha celebrado la Santa Misa en la Capilla Sixtina y ha administrado el Bautismo a catorce niños. A sus padrinos y madrinas, el Papa ha recordado su compromiso en ser para estos niños, los primeros testigos de la fe y su deber de educadores. Con el Bautismo, ha dicho el Papa, estos niños inician la aventura feliz y exaltante del discípulo, que la liturgia representa como una experiencia de luz, simbolizada por las velas encendidas con el cirio pascual.
Y ha añadido: Con esta luz los niños que van a ser bautizados tendrán que caminar durante toda la vida, ayudados por las palabras y el ejemplo de los padres.