Los sacerdotes son los primeros obreros de la civilización del amor, lo ha dicho el Papa dirigiéndose a los fieles antes de la oración del Ángelus, recordando el Año Sacerdotal que acaba de concluir. Benedicto XVI ha deseado que la figura del santo Cura de Ars, su vida y obra, continúe alimentando el diálogo personal con Dios de todos los sacerdotes del mundo. El Papa ha recordado también a don Jerzy Popielusko, sacerdote y mártir polaco, proclamado beato en Varsovia el pasado domingo, subrayando cómo tantas obras de promoción humana parten de la libre iniciativa y del testimonio de prelados en la sociedad de nuestro tiempo.